El poder del feedback en la evolución del liderazgo.

Teniendo en cuenta que la comunicación es el sustento de las relaciones y de un liderazgo consciente, cada vez es más relevante mejorar nuestras habilidades y competencias para dar y recibir retroalimentación mediante conversaciones honestas, oportunas, asertivas, objetivas y con una alta dosis de escucha activa, respeto y valentía, las cuales no deben estar supeditadas solo a momentos de devolución en evaluaciones de desempeño; por el contrario, deben ser parte de una cultura centrada en el aprendizaje continuo.
Los beneficios comprobados de una adecuada estrategia de retroalimentación son: una mayor satisfacción laboral, más adaptabilidad y agilidad ante nuevos roles y mejores resultados en el rendimiento.

En nuestro rol como consultores de atracción y valoración ejecutiva en Marble, brindamos retroalimentación constante mediante conversaciones de valor con nuestros candidatos, con el fin de potenciar sus argumentos de transición de carrera y motivarlos a mejorar para demostrar cuáles son sus principales atributos como ventaja competitiva, legado y valor agregado en los equipos de los cuales hacen parte o desean ser parte en su proyección profesional. También compartimos observaciones con nuestros clientes al articular sus necesidades organizacionales con la elección del mejor talento como principal capital.

No obstante, en general la postura hacia la retroalimentación suele generar rechazo o puede despertar actitudes defensivas, al interpretarse como crítica por parte de jefes, clientes, compañeros, colaboradores, familiares o amigos. Por tanto, es tan importante cuidar el arte de ofrecer y solicitar aportes, pues es una herramienta clave para optimizar la marca personal y el liderazgo consciente.


Retroalimentación y marca personal

Los seres humanos nos movemos en dos premisas cuando se trata de fortalecer el autoconocimiento y la marca personal: la primera es demostrar apertura al aprendizaje y la superación constante; la segunda es el deseo de ser aceptados, respetados y valorados tal como somos.
Sin embargo, las devoluciones siempre requieren abrirnos a entender que existen oportunidades para mejorar. Si se logra sacar provecho de los comentarios recibidos, se convierten en una herramienta poderosa para la mejora continua en distintos ámbitos: al asumir posiciones de mayor responsabilidad, emprender un nuevo proyecto, adaptarse a otra cultura organizacional o desempeñar nuevos roles.

Llevándolo especialmente al contexto organizacional, la invitación es a conocer algunas características para enaltecer la función de la retroalimentación. En primer lugar, aprender a solicitar y ofrecer espacios para desarrollar conversaciones valientes, en ocasiones “difíciles” pero generalmente enriquecedoras, que fomentan transformaciones en aras de un bienestar integral de la persona a quien se entregan observaciones, propiciando recomendaciones concretas para establecer mejoras en el abordaje de situaciones, procesos o formas de resolver las exigencias y asignaciones, a fin de construir escenarios que motiven a la acción y generen cambios positivos en los resultados.

Desde la perspectiva de quien recibe retroalimentación, se sugiere interiorizar el momento con una mirada de aceptación y agradecimiento, porque ayuda a identificar variables que permitirán la proyección deseada en el mediano y largo plazo. Los aportes abren la puerta a oportunidades de evolución y trascendencia en el quehacer cotidiano y en el propósito superior de lo que se hace.

Además de lo anterior, es relevante aprender a decantar los comentarios, eligiendo quedarse con aquello que aporte y evitando que desencadene una reacción emocional. No se trata de simples opiniones, sino de analizar el impacto de nuestros comportamientos mediante hechos, datos y consecuencias respecto a lo que se debe optimizar o trabajar para incrementar el valor dentro del equipo que se integra o se lidera. También es necesario desprenderse del sesgo hacia “quién brinda la retroalimentación”: lo importante es el qué deja y aporta.

Feedback y liderazgo consciente

Debemos saber que, si se quiere convertir en un líder consciente, se debe aprender a acompañar los espacios de retroalimentación con preguntas poderosas, activando la escucha y la atención plena, lo cual es fundamental para permitir al otro transmitir aportes, integrar ideas que beneficien e interpretar aspectos no verbales. Algunas preguntas útiles en este contexto son:

  • ¿Qué podría cambiar sobre cómo dirijo la reunión de seguimiento semanal?
  • ¿Qué crees que podría hacer en la siguiente reunión con el cliente para proyectar una solución diferencial?

Por último, es necesario generar espacios conscientes de reflexión después de recibir comentarios. Esta reflexión debe venir acompañada de preguntas como:

  • ¿Esto que me dijo el cliente me permite construir una mejor solución en el futuro?
  • ¿Me ayuda a desarrollarme?
  • ¿Me permite mejorar realmente, o solo es una opinión que debo comprender, pero no necesariamente aplicar?
  • ¿Está respaldado por hechos o consecuencias para mi marca personal y para lo que se espera de mi rol?
  • ¿Si cambio este comportamiento, activaré mejores relaciones y resultados?

A la luz de lo anterior, la herramienta de la retroalimentación confronta, pero también se convierte en el camino para ser un referente y un líder inspirador en una práctica, un sector o un rol. Además, permite elevar la marca personal y el nivel de autoconocimiento para entregar el mejor talento que hay en cada uno en beneficio de los objetivos propios y, al mismo tiempo, alineados con un propósito organizacional común