Evolución del CHRO
hacia una figura estratégica y de negocio
En los últimos años, el rol del Chief Human Resources Officer (CHRO) ha experimentado una transformación profunda, pasando de ser un gestor administrativo enfocado en procesos transaccionales a convertirse en un actor estratégico dentro de la alta dirección. Este cambio responde a la creciente necesidad de las organizaciones de contar con líderes que comprendan no solo el talento, sino también el negocio en su totalidad, y que sean capaces de alinear la gestión de personas con los objetivos estratégicos y financieros de la compañía.
El CHRO ya no solo administra personas, sino que ayuda a diseñar el futuro del negocio, conectando inversiones en talento con resultados financieros. Lo vemos de primera mano en compañías que hemos acompañado: cuando recursos humanos entra a la sala directiva con datos predictivos y visión estratégica, la toma de decisiones se acelera y la cultura se transforma.
La mayoría de empleadores reconocen que esta función debe jugar un papel mucho más estratégico en los próximos años, aunque también admiten que aún se requieren cambios profundos en la forma en que opera (CHRO 2030: Market Insights, EY). Nuestra experiencia confirma esta visión: la función de Recursos Humanos está dejando atrás su carácter operativo para convertirse en motor de innovación y resiliencia organizacional.
La percepción del rol ha cambiado radicalmente. Hoy el CHRO es considerado un pensador estratégico, tan influyente como el CFO, con participación activa en decisiones que marcan la dirección futura de la organización. En la práctica, esto significa que debe tener la capacidad de anticipar disrupciones, diseñar culturas de alto desempeño y conectar las inversiones en talento con la rentabilidad del negocio.
La integración de la tecnología, especialmente la inteligencia artificial, ha acelerado esta evolución. Ya no se trata de manuales ni políticas estáticas, sino de tableros predictivos que permiten anticipar necesidades de talento y riesgos de engagement. Complementariamente, el reporte de SHRM evidencia que el CHRO debe anticipar cambios en el entorno laboral y alinear la estrategia de capital humano con los objetivos corporativos (shrm.org).
En conclusión, la evolución del CHRO refleja un cambio paradigmático: de ser el guardián de procesos y políticas a convertirse en un socio estratégico del negocio y motor de transformación. Hoy más que nunca se espera que combine visión de negocio, conocimiento digital y liderazgo humano para asegurar el crecimiento sostenible de las organizaciones. Su lugar en el C-Suite ya no es un espacio de soporte, sino un asiento de poder e influencia que marcará el rumbo de la empresa en un futuro cada vez más competitivo y tecnológico.